EL ORIGEN
El origen de las fiestas de moros y cristianos de Petrer, las cuales rememora el enfrentamiento entre estos dos bandos, tiene su memoria histórica en este tipo de obligaciones civiles que habían de cumplir los hombres. Algunas compañías ejercían funciones de tiro con arcabuces con motivo de las festividades más importantes. El 12 de mayo de 1822, en un bando municipal, se marcan las normas que deben seguirse en la fiesta de Soldadesca de moros y cristianos.
LOS DOS BANDOS
En esta fiesta participan diez comparsas, cinco dentro del bando cristiano y cinco más dentro del bando moro. Las del bando cristiano son: Tercio de Flandes -popularmente flamencos-, Marinos, Vizcaínos, Estudiantes y Labradores. Por otro lado, las del bando moro son: Moros Viejos, Moros Nuevos, Moros Beduinos, Moros Fronterizos y Berberiscos.
Cada comparsa, a la vez, se compone de diversas filaes, formadas por una docena de personas, que son las que participan en los desfiles (entradas). Por otra parte, todas las comparsas tienen su abanderada, su capitán y su rodella (niña que acompaña a la abanderada y al capitán, y que en algunos momentos escenifica unos pasos de danza rituales). El festero (participante activo en la fiesta) forma parte en una fila y comparsas. Durante el año despliegan una intensa actividad preparando la fiesta, y son el núcleo de asociación y participación. Todas las comparsas, finalmente, están integradas en la Unión de Festejos San Bonifacio Mártir.