Desde el Hotel RH Boutique Portocristo estará a un paso del maravilloso caso antiguo y podrá perderse por las sinuosas calles completamente adoquinadas, bordeadas de casas blancas y repletas de flores.
Son rincones que desprenden encanto, desprenden magia; son rincones para pasear y disfrutar de la compañía... son rincones que invitan a enamorarse.
No puede perderse las vistas desde el alto de sus murallas, ni el fantástico bufador, una curiosidad geológica que consiste en un túnel natural excavado en la roca donde se asienta la ciudad y por el que las aguas del Mediterráneo entran y salen continuamente, provocando estruendosos bufidos y elevaciones violentas del agua del mar en los días de temporal.
Y no podrá dejar de visitar el castillo de Peñíscola donde, además de la visita ineludible, se realizan diferentes actividades a lo largo del año.
Los espacios visitables están constituidos por el propio castillo y el parque de Artillería, que rodea la fortaleza por su parte marítima.